Pues nada, para quitarme la espinita clavada, de no haber corrido la Media de Madrid, en un alarde de desesperación, el mismo Domingo, mientras los demás corrían esa carrera, escribí un Mail a la organización de la Vig-Bay, (carrera de la que me habían hablado como la mas bonita de las que se corren en España). Agotan dorsales en semanas, y hacia meses que estaba cerrada la inscripción.

Contestado el mismo Lunes a la mañana, me confirman un dorsal, como favor personal pero ha de ser ese mismo Lunes el ingreso. Confirmado el dorsal, gracias a Mar de la organización, pongo a buscar Hotel, y denegados dos en Vigo se me «enciende» la bombilla con el Parador de Baiona, del que no tenia referencias… Diana!!! Acierto de pleno. Por todo.

Se lo «vendo» a Elena, en la tarde del Lunes, recién levantada de siesta, para que no se me niegue… y como es habitual en ella… SIEMPRE SI!!! VAmoooooooossssssss. 1250 kilómetros, para correr 21!!!! Tamos locos o que?

Te quiero, bicho.

Salimos al alba, casi, de la mañana del Sabado, y a las 13.45 estamos en el Verbum de Vigo, a recoger el dorsal. Check-in en el parador. Siestecita reparadora. y carrerita muy corta, antes de dar un paseo, por el recinto amurallado, muy, muy bonito. Por la noche, encima tenemos la suerte, de disfrutar de una de las cuatro cenas medievales, que, anuales, organiza el Parador, con representación teatral de la llegada de la Pinta a Baiona, todo muy bien aderezado en ambiente intimo, cubiertos de madera.. totalmente recomendable.

Ciertamente la carrera cumple todo lo que dicen de ella. ¿Espectacular? lo es y mucho. Corre por todo el litoral desde Vigo a Baiona, y es un deleite para todos los sentidos. Incluido el del «tacto», cuando notas en tus piernas, la ascensión desde el kilometro 6 al 9, mas o menos: Visto el perfil, te llegas a preguntar que topógrafos tiene Galicia que lo ven todo llano. Porque es bastante irreal, el dibujado con el que luego existe….pero claro, si lo pintaran mal, la carrera perdería reclamo.

Es la única pega de la carrera, por poner alguna, en mi eterna queja, que ya es de nacimiento y de vicio. Por lo demás una carrera perfecta a la altura de cualquier Maratón europea que se precie, donde prima sobre todo el trato al corredor, por encima de todo.

Como decidimos dormir en Baiona (excelente elección, ya que al no acabar donde empieza hay que volver en Autobuses, con el rollo que eso es– aun así lo tienen perfectamente organizado), Tuvimos la fortuna de encontrar habitación en el Parador y estaba justo a las puertas de la llegada, y de la Salida del Autobús para tomar la salida en Vigo. Eso si muy pronto, a las 8.30

Una vez en Vigo, mucho tiempo de espera, pues hasta las 10.30 no salía la carrera. Paseos varios en solitario por la Playa de Samil, de un lado a otro, y oyendo a los corredores, que en el fondo somos un poco como los cazadores, fantasear con sus tiempos, sus carreras, sus tiempos en Maraton….cual piezas de caza con muchas muescas de puntas que mostrar…

Después de ir al baño dos veces, soportar los envites de «seguras escoceduras» en carrera, dolores de rodillas inventados, dolores estomacales, destinados a repetirse en carrera y que me haran dejarla….  lo normal en estos casos… (lado izquierdo)

Se da el pistoletazo de salida, y a correr desde el km.1. El día que amanecía nublado, sin posibilidad aparente de lluvia iba despejando, pero al menos hizo «de toldo» hasta la parte final de la carrera, donde apareció con justicia.

Iban cayendo los primeros kilómetros, y el ritmo, para mis costumbres no era malo, 5.25 que me conformaba con seguir. En el kilometro 7, en plena subida primer bajón, pensando en que queda el triple, pensamientos que de nuevo disipo, dándole la vuelta al silogismo, y pensando que tan solo me quedan 15, los mismos que me hice «chupados» el miércoles, antes de quedar a tomar cañas con los amigos…

Así vamos pasando hasta el 10, donde el recorrido, ya se vuelve más cómodo. Mucha gente en toda la carrera. En todos los «concellos», la gente recién levantada, algunos casi con legañas en los ojos, aplaudían, y se arremolinaban en las curvas a aplaudir a todo el mundo, al primero y al ultimo. Animaba bastante la verdad, y más tan lejos aun de la meta. Es continuo, las miradas hacia la derecha, donde ves todo el litoral, con ese verde de los Montes Gallegos, ideales para coger aire, fuerzas y seguir «bebiendo» de esto.

Me observo además muy constante, pues una vez pasado «el repecho», el Runkeeper, me sigue cantando los kilómetros muy regulares 5.34 km/min. Voy contento y disfrutando un montón.

Impecable la organización de esponjas y avituallamientos cada 5 kilómetros. Ya en el kilometro 15, y con la vista del Parador al fondo, (parecía q estaba al lado y no llegaba nunca), hace acto de aparición el sol y no nos deja hasta la llegada. Son los kilómetros mas duros, pero placenteros como los anteriores, mucha gente animando, y la visión a la derecha, que quita el «sentio» de la costa Gallega con las Islas Cies, en todo su esplendor.

Recta final, solo empañada, con el sonido de dos ambulancias a toda leche (es mi sino ;)), quito los cascos, y disfruto de la llegada, viendo a Elena a la izquierda, siempre impasible y paciente a mi llegada: Rafiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!

En cuanto a la carrera nada, técnico reseñable, pues como se ha notado, nada «tésnico» soy, y rápido mucho menos.  Los minutos iba cayendo a 5.30 de media ponderada (Pace), y eso para mi es más que suficiente, es correr, un minuto por debajo de lo que entreno habitualmente. Al final se quedo en un 5:34 y un tiempo de 1:57:23, muy por encima de lo que hice en Getafe, (1:50), pero bien es verdad que aquella llana por completo…

Ya lo dije alguna vez creo, nunca se puede decir de este agua no beberé, pero mi obsesión por los tiempos es apenas nula e inexistente. Tan solo aspiro a seguir terminando carreras, en buen estado, buena forma, y disfrutarla como lo hice con esta. Quizás sea mi envergadura, que unida a mi peso, me hacen muy difícil conseguir marcas muy por debajo del 5 min/kilometro. A lo mejor se podría pero con cambios (bajada de peso, cambios en zancada, en entrenamiento en cuestas series… ) que de momento no estoy dispuesto a asumir, porque esto es para disfrutarlo y de momento lo concibo así. Asi que en el apartado de marcas, todas las que se le puedan exigir a un tío de 1,84 y 100 kilitos de peso… 😉 Lo dicho que con llegar… y disfrutar como lo hago….

Ahora eso si, es bonito, ir fijándote liebres imaginarias en carrera. En este punto, me gusta siempre coger el ritmo de una mujer, y es acojonante, ir rodando con ella, corredora popular como tu, a lo que yo llamo buen ritmo, y ver lo bien que corren algunas de ellas…. La que «me llevo» del 15 al 20, donde ya no pude seguirla, fue fantástica Nunca leerás, esto, pero a TI gracias.

En resumen, Una carrera de esas en la que te sientes, mimado y protegido como el más profesional. Con ánimos constantes en linea de meta, una post-meta larguísima, con un puesto exclusivo de plátanos por ejemplo, otro de bebidas energéticas, uno hasta ¡¡¡ de helados!!!, carpas de masajes, pero de las de verdad, con fisios curando sin parar, no de las que ponen un cartelito para publicitarse … todo gratuito para el corredor. Mas de un kilometro, desde que llegas, de mimos constantes, constantes preguntas sobre tu estado, líquidos de todo tipo para «dar y regalar». Si a ello le sumas la excelente Camiseta técnica… Da un coctel, de los más completos que yo hasta la fecha he corrido.

….Y la playa a 20 metros, donde no pude evitar la sensación de desnudarme, a excepción del cullotte, y darme un baño que hizo época…..

Repetire sin duda. y mas sabiendo la predisposición del Parador, para con los corredores, de dejar la habitación a las 18 horas, lo que da tiempo, para tomar cañita, después de… Mariscada durante… y siesta en la misma habitación, para dejarla a las 18 horas, y estar de vuelta en Madrid a las 12.30.. Alguien da mas, en menos de 36 horas?

Pues eso, que volveré, y no será tarde.

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