Ciertamente tenia cierta obcecación, desde mis albores en el inicio con «esto del Tri», en subir un puerto, cualquiera. Pero este de La Morcuera, lo era en especial, quizás porque fue el que se hacia, y se hace en los test del club. Era el que contemplaba absorto, en las pruebas, los que lo subían en 35 minutos, en 40… era en el que vi como Ponton de Salida lo describía en su blog, poco menos que al borde del vómito… Por eso mi eterna comparativa, ante todos los que sabían algo de esto, era siempre la misma ¿es mas duro que Morcuera? ¿pero como son las rampas muy muy duras? Cuando salíamos a montar por ahí, subiamos una tachuela, medio dura, al que venia conmigo, siempre lo mismo: un puerto ¿como es?, ¿como esto pero muchos kilómetros? Vamos que Garabita, a mi me parecía un puerto de categoría especial, y quería refrendarlo con algo… En fin, como un niño pequeño….
Por otro lado se juntaba, mi condición física, en la que aún habiendo pasado de los «casi 140» a los casi 90, (De los 142 kilogramos a los 42.195 metros que decíamos en su dia) no dejan de ser kilos, para agarrar con ellos, por la ladera de cualquier puerto, y sé positivamente que es un tema que cuanto antes asuma, y antes cargue con el mejor, pues menos me costara… asumirlo al menos. Pero de ahí precisamente mi empeño en encontrar un baremo, alguna comparativa, algo que me permitiera decir, que aunque sea lento, no me parare en mitad de un puerto a decir que no se puede mas..
Pues en esas me andaba ayer, con la clara intención de realizarlo el Sábado, ante la imposibilidad de realizarlo el Domingo con el Club de Triatlon de Las Rozas, pero mira por donde en el camino se cruza el amigo y compañero del club Andrés que me acompaña voluntariamente en esta labor.
Ciertamente el tema me tenía más preocupado que cualquier Olímpico, de los que hasta la fecha había realizado, y a mis simpáticos wasapeños, se lo decía las horas previas: estoy nervioso.
Quedamos en salir de Cerceda, y «calentar» (en Andres esta palabra es siempre un antónimo) Javi de hecho me lo advierte «sujeta a Andres o lo pagarás en la subida», pero en volandas llegamos a las faldas del puerto, a Soto del Real, para empezar ya con subida hacia Miraflores, desde donde parte el puerto de verdad. Entretanto, bromas, sobre el particular, calor (soportable), y llegada a Miraflores.
En efecto no tiene perdida: «rotura de asfalto» -que nos describían en un mensaje- y comienzan los kilómetros de ascensión… Primeras rampas: Lap al Garmin y para arriba… Primeras estribaciones del puerto. Aún no se hace duro, al menos no tanto como pensaba. Preguntas constantes a Andres, ¿ esto es duro? ¿esto es lo mas duro? ¿Es todo así?
Voy absorto intentando distraer la mente, ocuparla en otra cosas, como cuando quiero que pase el tiempo nadando: primero pienso, en lo buen tío que es Andrés, que sabiendo de mis limitaciones, está ahí el tío, marcandome la subida, y haciéndomelo un poquito más fácil. Él la haría mucho mas rápido, sin duda. Sé ademas lo que ha «sentido» cuando nos ha adelantado a mitad de puerto el chaval ese… se hubiera tirado a por él sin duda… Luego pienso continuamente en lo mucho de orden que ha puesto en mi vida todo esto del Triatlon. y a ello me aferro. No os lo he contado nunca, pero es el pensamiento salvador, es lo que pienso en los ratos de abandono esos que te vienen, en una maraton, en un entreno jodido, o en la transición para empezar a correr cuando dejas la bici, esos ratos duros en que pasa la mente, que qué cojones hago yo aquí, con lo bien que estaba en el sillón de casa viendo «pelis», o en casa «cacharreando» al iMac. Pero el truco es pensar, en todo el orden que esto ha puesto en mi vida, lo disciplinado y tenaz que ha hecho volverse a uno en tantas y tantas cosas, lo perseverante a momentos en otras… y de nuevo vuelve a funcionar el truco: Anímo y mas ánimo, Buscado, y encontrado: Sé Triatlon, lesche -que diría la FERTRI!!!!
La cosa se empieza a complicar, pero me creo que tiene que venir algo más duro porque lo visto hasta ahora, es asequible al menos, y más a la velocidad que estamos subiendo. Bebo, bebo, y más bebo (casi las 3 botellas me machaco). Llevo pastillas de sales, esas que creo milagrosas en todas las carreras que pasan de 10 kilómetros. Me «meto» una con cautela, obsesionado con desfallecer con el calor que hacia. Aminoacidos, ya deshechos del calor otros dos… Dos pulgas de jamón, esas para mitad, que coño, ahora que es cuando lo estoy pasando mal… Total un cuadro: en un minuto, prepare el picnic, y acabe con todas las existencias. Y se nota!! vaya si se nota, la segunda parte del recorrido, voy algo más liviano, y despejado. De hecho Andres me lo nota, y a mis continuos aspavientos y maledicencias me replica: «deja de quejarte que muy mal no debes ir cuando no paras de hablar».
En efecto, voy pensando, que si el chaval que nos acaba de adelantar nos ha dicho, que quedan dos repechos duros y ya esta hecho. Pero se me hace eterno, el final, no parece anunciarse nunca.
La subida como tal, es el rato más tranquilo que he pasado nunca en bici. Silencio absoluto, escuchando solo la cadena de la bici. No es interrumpido por nada. No nos hemos cruzado sino un coche (real) de frente, y nos han adelantado la bici antedicha, y dos motos. Si dos motos, quizás para recordar lo fácil que se hacia esto con la RT. Tiene huevos, Rafita me digo, que antes te los hacías «chupados» con la moto, y mirate ahora como los penas…Que distinto esfuerzo, que distinta percepción del mismo, que distinta forma de disfrutarlo … Intento mirar a la izquierda para ver algo del paisaje… Es efímero, pero bonito. Vuelta al asfalto.
Los dos ultimo repechos, viendo aparcado un coche a la izquierda, que me anunciaba el final se me hace eterno, ya no hay una sombra donde cobijarse.. en realidad lleva así ya un par de kilómetros …. y si, ahí si me flojean un pelin las piernas, pero ya me digo que llego aunque solo sea andando.
Finalmente 45 eternos minutos para coronar. Ya está pues, ya esta hecho, y ya cayó. Esperamos que sea el primero de unos cuantos.
Fotos en la cima, wasapeo a los compis»pa fardar», me como una pera, como fin de festín, que me sabe a gloria, y enfilamos la bajada, sin dar un pedal, y cogiendo velocidades vertiginosas (hay que ver lo que da la moto en este sentido, y lo bien que bajan los kilos que antes costaba subir), calentón final llaneando con Andrés, en plan In-DURAin, consejos y aprendizajes varios sobre relevos… toque final sujetando al compi, para decirle que no me termine de dar el dia 🙂 y traca final en la terraza del Lutin, con una jarra de cerveza para celebrarlo. Gracias Amigo.
Algunos veréis una soberana jilipollez, el hecho de escribir con tal grandilocuencia la subida a un sitio así, del que algunos lo habrán hecho mil veces, y en otros sera la primera parte de un día normal en bicicleta, de hecho el que nos estaba esperando al final del puerto, se tiraba para Canencia, sin darse la mas minima importancia, bueno la más minima no, que el tambien fantasmeaba con su foto en la cima jajajajaja. Eso ya llegara para mi… Ahora simplemente como es mi primero, y de primeras sensaciones va esto, me apetecía contarlo.
Enhorabuena tio, yo intentaré subir la morcuera dentro de dos semanas y tengo los mismos miedos que tu, solo conozco garabitas…
Enhorabuena como siempre tesoro… Solo por la manera en la que nos cuentas estas cosas nos haces sentir muy pequeñitos a todos los que no hacemos lo que tú. Eres un ejemplo a seguir para nuestros hijos, para nuestros amigos y sobretodo para mí. Tienes una tenacidad, un empeño, una fuerza de voluntad que son para quitarse el sombrero… Si supieses como me emocionas al leerte. Si hace 4 años, aquel Rafa al que quería con locura, que por las noches no podía respirar, que se ponía en la báscula y pesaba 140 kilos, si ese Rafa me llega a decir que ibas a montarte en una bici, a coronar un puerto me hubiese reído a carcajadas, de hecho creo que esos comentarios nos los hicieron algunos de nuestros » amigos» y nos reíamos y me decías «Ele te imaginas que me compro una bici….» En fin años después estás consiguiendo todo lo que quieres y nos arrastras a los que te queremos. Tienes mucho, y digo mucho amor propio y eres grande mi vida, grande porque no es fácil conseguir lo que tú has conseguido. Una amiga me dijo hace poco una frase y te la paso… «Si lo has soñado puedes conseguirlo» así que sigue soñando amor, que yo estaré a tu lado para animarte y ayudarte con ello.