En realidad, el sueño de correr algo tán mágico, se monto a la propia vez que iniciaba el sueño de mi nueva andadura profesional, materializado en el proyecto Walktopro, y la tienda física u51proMadrid, de la que muchos sois conocedores. Miguel, Javier y Carlos. Así se escribe el reto. No sé como ni donde lo fraguaron, pero SI que hicieron una presentación a todo el Club de Triatlon, elaborada, muy enigmática y bien aprovechado el tirón que daban unos números mezclados, con unas equis: 42×18, 42×18… ni yo auténtico obseso de la distancia de Filípides lograba desentrañar… ¿Será un desarrollo de bici? ¿Será…? El caso es que logró embaucarnos desde el principio, desmontando con espectacularidad el enigma, despejando la «x» y nunca mejor dicho. Por ello, y por lo atractivo que resultaba el mismo, decidimos volcarnos en ayudarles en todo lo que nos precisaron.
Pero, ahora desde el responso que dá la calma y el acomodo de los acontecimientos, y desde el plano meramente personal, quería dejar una impronta escrita. Pues aunque desde Walktopro, como tienda, conseguimos una pareja de relojes gentileza @Suunto1Esp y que pusimos a su completa disposición, y la instalaciónes de u51proMadrid, siempre que nos lo requirieron, no quisiera dejar de pasar una oportunidad como este, en un blog de sensaciones tan personales, -dejando aparte su lado «patrocinio»- para manifestar lo bien que lo pasamos, y como fueron las sensaciones de correr una Maratón tan atípica, pero a la vez tan reconfortante, como la que realizamos con los chicos de 42×18. Yo desde dentro lo vivi así:
En cierto que la distancia ya la había realizado en alguna que otra ocasión (como vosotros ávidos lectores ya sabeis) aunque esos miedos estaban superados, no hacia falta hacer como antaño, 34 kms de tirada, para saber que podíamos con ello; si nos hizo falta, en cambio, conocer el terreno, y para ello, nos subimos, apenas 24 horas, tres semanas antes, el bueno de Joserra (@jrugarte), (que subía a inspeccionar de primera mano, y al que no logramos engañar para el reto), mi compañero en estas lides D. Rafael Conde y un servidor, a inspeccionar el camino, en bicicletas de montaña-ciclocros, mi querida Giant.
Para ello reservamos en el Albergue del Peregrino del propio Pamplona (donde por 8 módicos euros dormimos) y levantándonos a las 6 de la mañana iniciamos, nuestra marcha (en sentido contrario y en Bici) hacia Roncesvalles, para luego deshacerla de nuevo, y así tendríamos doble visión del recorrido, su ruta y posibles explicaciones. Duro, en extremo para tíos que como yo, se han mantenido bastante alejados de las subidas, pero con la confianza de llevar a un buen compi, que aúnque no ha realizado ninguna Maratón, si se de su buen hacer por montaña, y la fortaleza mental que me iba a aportar para ello. A Joserra, después de muchas vueltas, no hubo forma de «engañarle», pero al menos desde aquí agradecerle los buenos ratos, y los ánimos que nos dio durante todo el camino.
Y así poco a poco fueron llegando los días. Lo que en Mayo, parecía lejos, lejos, estaba cada vez más cerca… Por la tienda (u51proMadrid) pasaban unos, otros, en todos se notaba la inocencia del que todo lo hacia por primera vez, sabedores de que lo que estábamos haciendo era algo grande. Bien es cierto que no éramos conocedores de la magnitud que el evento estaba alcanzando, ni se iban a llegar a los casi 26.000 Euros de recaudación, que ni los organizadores más optimistas habían previsto. Yo les insistía, por animarles, que la labor de concienciación que hacían era poco cuantificable, y que yo mismamente había estando viendo Maktub con mis hijos, el fin de semana, y eso no tiene precio, ni para ellos, ni para mi… Y por allí con la excusa de la compra de la ultima camiseta publicitaria, nuestra reuniones de «aladinos» , íbamos retratándonos cada uno, con nuestros miedos y con las muchas ilusiones que en el proyecto habíamos puesto, recelosos de que a cualquier cosa que saliera mal, las repercusiones eran en cadena. De hecho, muchos de los que participaron, era su primera Maratón, lo que aún engrandece más la ilusión que desde el primer momento nos transmitió el proyecto.
Ya el día anterior a la carrera, subiendo con Elena, en el viaje, empiezo a sentirme (hasta la fecha no había tenido ni tiempo de pensarlo), como parte muy importante de un engranaje que había de funcionar a la perfección, para que todo saliera fantástico. Subo para Pamplona, el día anterior a la carrera, después de cerrar la tienda. Llegamos pasadas las 1.30, y el despertador sonaba a las 6.30 para subir a Roncesvalles. Desayuno copioso, en demasía… Habíamos quedado con ellos, en el Albergue donde finalmente íbamos a fijar el encuentro con el segundo relevo, y con caras circunspectas, deseosos de comenzar el reto subíamos en coche hacia Roncesvalles. Carlos con la misma ilusión que un niño le cuenta a su padre lo que le han traído los Reyes Magos, nos iba contando, el avance de la recaudación, lo que se organizaba con los del Colegio Logos, que no sé cuantos niños iban a correr junto a nosotros en la distancia, en un recreo, a las mismas, horas … que se presumía una recaudación grande… Todo muy rápido, sin parar de atender emisoras, Miguel (@RunnerNovato) con un teléfono, Carlos con otro entrando en dirécto para la COPE en pleno Monte Mezkiritz, y Javi (@PontonDeSalida) atendiendo TVE Navarra, en Roncesvalles… ¡ Ahí es nada!
Llegados al punto, apenas veinte minutos para dar el escopetazo inicial. Declaraciones previas (sintiéndonos unos «pro» total), las piernas ya quieren empezar a correr, porque no es la Salida de un Maraton más, es dar rienda suelta, a un montón de buenos propósitos, así lo quiero creer al menos: me siento, junto con Rafa (Conde y Morán -diría la TV), como liberando una jaula de tresmil globos de ilusión…
Y zás!! La carrera, sin apenas desnivel, y toda cuesta abajo (alguien no me dejará mentir, y quien conozca el Camino a fondo evaluará la pedazo de mentira que estoy soltando ;))), decía que … ah si que me había perdido… 😉 Que sin duda, es el tramo más bonito de todo el camino, y así lo vamos charlando mi tocayo y yo, todo el camino, saludando con el «¡ Buen camino !» a todo bicho que nos cruzábamos, y disfrutando mucho de los parajes, algunos verdaderamente increíbles que el Camino nos iba ofreciendo. El Camino, como ya me paso semanas atrás, iba entrando en mi, muy poco a poco, casi de manera mística. (pero eso daría para otro post)
El apoyo logístico, inconmensurable: en cada cruce, en cada atisbo de salir a la Carretera allí estaban ellos… y lo mejor es que así permanecieron los cinco días que duró el reto, con sus mañanas y por supuesto sus noches….
Voy supliendo estos primeros kilómetros con la paciencia de mi compi, que me sufre mis dolores intestinales, fruto de un desayuno propio de un animal, como si esto de hacer Maratones, fuera el rodaje habitual de una mañana… Pero como el cuerpo es sabio, las molestias intestinales, con tanta bajada, se van diluyendo hacia abajo, y se quedan en forma de un dolor sordo en el gemelo que arrastraría hasta Pamplona. No hay mal que por bien no venga: aceptamos cambio de mal cuerpo, por dolor en el gemelo va! Para eso está luego mi amiga Cruci, de FisioFima, (y ya aprovecho la cuña, y le doy publi a una excelente persona, y gran profesional de esto).
No hay tiempos, ni ritmos, tan solo el Suunto Ambit, que nos va guiando por los múltiples senderos… Llegados a Zubiri (precioso pueblo por cierto), donde se hace aproximadamente la mitad (lo que vendríamos en llamar la Media Maratón Compostelana), decía que llegados aquí, están unos cuantos, de buena gente, de tíos que se piden UN DIA de trabajo, y a los que no conoces de nada, pero vienen volcados con el proyecto: No me quiero dejar ninguno, pero ahí van: el gran @Jimbilu @fjaristu, @MaiteRoncal23 @dnrunning y el correoso @NovatilloTotal. Nos llevaron en volandas, hasta Pamplona, primero llevando detraída nuestra mente, y en segundo lugar contando historias, que llevan dentro, y que nos hicieron sentir.
Mi madre como muchos sabeis, tan solo unos meses antes, se la habia llevado una puta enfermedad con el mismo apellido que por la que ahora estábamos luchando. Yo quizás mitad coraza protectora de no querer ver las cosas, mitad trasiego del año de cambos que llevaba no fuí consciente de todo ello hasta el final, como tampoco lo fuí hasta un momento del camino, en el que NO diré nombres, porque pertenece a la intimidad de cada uno, pero fue precioso descubrir, en pleno camino el verdadero motivo por el que corríamos . Creia que, hasta entonces, corríamos, -yo al menos- y que hacíamos una actividad física más, repeitda 18 veces en formato Maraton, pero ya está… loable el objetivo, pero sin transcendencia real. Hasta la fecha no habíamos tenido verdadera constancia de lo que hacíamos y porque lo hacíamos en si, en suma, el contacto con el lado humano de la enfermedad, y nos lo iban a brindar en bandeja … Tuvimos que pararnos a realizar necesidades, para formar en un corro, y que uno de los participantes, nos hablara de como su hijo menor, gracias a la Fundación Aladina (@FundAladina) se recuperó de un tumor bastante complicado… «se engancho a la vida» decia el tio.. Buff!, aún se me ponen los pelos de gallina, recordándolo… Nos marcó en un silencio. A todos. ni siquiera muchos de sus compañeros, conocían el detalle, (y pinta tenían de haber realizado bastantes ks juntos). Bonita manera esta de repatir geles en forma de bonitas historias, con los que adormecer mi maltrecho gemelo, y subir las endorminas para afrontar, la última parte de tan «humana» Maratón.
Aún recogemos, a un par de «runners» más que nos aguardaban a la entrada de Villaba (el pueblo de Miguelon Indurain), para darnos entrada en la Ciudadela, y explosión a nuestra llegada a la calle Compañía, en el centro de Pamplona, donde dábamos el testigo de nuestro relevo, al compañero Javi Santamaria. Más prensa, más televisión, y la caravana partía dejándonos solos y un poco cariacontecidos de pasar del todo a la nada en tan poco tiempo… Eso si encantados de haber podido realizar mi sueño, el del propio Rafa, y el de otros muchos, que con esos miles de Euros, y con toda la campaña de solidaridad que se llevo a cabo, probablemente puedan tener un futuro algo mejor del que tenían antes de empezar todo esto… Ojalá cundan muchas iniciativas como está, que aporte tanto, y que en lugar de desmembrar, asocie y de ¡que manera! en torno a ella.
Volviamos en el coche, apenas viaje relámpago que no llego a 24h, aún oyendo por RRSS los ecos de Villacorta (donde acababa el segundo relevo), viendo entre tweets y Me Gustas, como salíamos en la portada del Telediario de Navarra, como recibía al segundo Aladino una banda de música, un pueblo entero haciendo fiesta… y así estuvimos casi una semana.. Ojipláticos, de ver como algo tan pequeño, había hecho una bola tan grande.
El recuerdo más bonito, fue haberme traído una deuda con el camino para volver: conocer sus albergues, sus gentes, sus costumbres, no ha hecho sino acrecentar en mi, algo, que quería hacer algún día y que no dejarñe de hacerlo aunque sea por etapas. No entré yo con buen pie en el camino, pero sin duda este si que lo hizo en mi.
http://www.rtve.es/m/alacarta/videos/telenavarra/telenavarra-24-09-2014/2775281/?media=tve
A partir del min 23:14
Agradecer a mi compañero Rafa, con el que me embarqué en este bonito viaje; a Joserra, por su acompañamiento y notoriedad, aunque fuere moral, el día de la Maraton; por supuesto a mi mujer, Elena, por involucrarse de manera tan especial en todo esto, y sin la que nada de esto, ni de nada sería posible; a todos los que participaron en el proyecto, de una forma u otra, patrocinadores, y por supuesto a los Organizadores del mismo, mi Enhorabuena por la iniciativa, y mi mas sinceros agradecimientos por darme la oportunidad de haber corrido la Maratón mas solidaria de cuantas correré nunca.
Fue un viaje relámpago a una ciudad que marcó mucho mi vida, allí empecé medicina y estuve unos años… aquella salida, aquellos momentos de cruces fueron emocionantes y… La llegada, lloré, lloré de emoción contenida ante un proyecto tan bonito… Sois geniales RAFAS… porque esto se siga haciendo, porque la gente se mueva por proyectos solidarios. Rafa, preciosa crónica y decirte que la que te doy las gracias soy yo a tí porque tú me haces sentir que yo corro contigo que yo formo parte de todo lo grande que haces… TQ
Como os digo siempre, muchas gracias por permitirnos asomarnos a una esquina de vuestra magnífica acción solidaria. Fue un placer para nosotros haceros de anfitriones durante un puñado de kilómetros. Hacer de anfitriones, enseñar nuestros paisajes y nuestras cuestas (todas para abajo jijiji) es una cosa que nos gusta mucho a los de provincias.
Un abrazo, y lo dicho. Gracias.
PD Bueno, ahora que me acuerdo yo no estaba allí… estaba trabajando. 😉